Temperamentos: el Colérico


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    Durante el segundo septenio (7 a 14 años) se comienza a forjar el temperamento, que puede ser colérico (fuego), sanguíneo (aire), melancólico (tierra), o flemático (agua). Cada temperamento tiene rasgos de comportamiento determinado, una forma de vincularse con el mundo, de vivenciar las experiencias, entre muchas otras cualidades. 
En cada temperamento hay un cuerpo sutil que predomina, como así también un elemento y un órgano que se relacionan con él.
Rudolf Steiner consideraba que la historia del mundo sería diferente sin coléricos, ya que es el temperamento que acompaña siempre a los grandes revolucionarios, a los iniciadores y a los héroes. Él pertenecía a este temperamento.

Predominio del Yo en el temperamento colérico
El desarrollo del Yo permite al hombre individualizarse y mediante su autoconciencia ser capaz de escribir su propia biografía.
En el temperamento colérico existe un predominio del Yo.
En las personas con temperamento colérico, se presentan de manera simultánea, las mayores capacidades de liderazgo con la posibilidad de ejercerlo de la forma más déspota y ejercer un dominio sobre los que le rodean. Algo así como el macho alfa de la especie,

El colérico en relación con el corazón con el calor
Quienes comparten su vida con un colérico saben que éste puede sufrir explosiones de ira con accesos de calor en su rostro. Estos ataque duran poco y pasan a relajarse, algo como los fuertes movimientos de contracción cardíacos.
Ese calor en exceso hace que se convierta en fuego, que le lleva a quemar primero las dificultades que se le ponen en su camino, aunque puede llegar a hacer arder a aquellos que no piensan como él.

Características del temperamento colérico
- Características físicas:
El colérico pisa con pasos cortos y firmes, como dejando dicho un “ahí estoy yo”.
Físicamente no suelen ser muy altos y poseen unos rasgos faciales bastante marcados.

MENOR INFLUENCIA DEL CUERPO FÍSICO
En el cuerpo físico dominan las fuerzas de gravedad, sin embargo el colérico dominan las fuerzas de expansión propias del bombeo de sangre del corazón.

MENOR INFLUENCIA DEL CUERPO ETÉRICO
El predominio de las fuerzas del Yo puede llevar a poner todas las fuerzas y capacidades al servicio de la voluntad hasta llegar a la extenuación de la energía vital con el fin de sacar un proyecto adelante. Este agotamiento se ve agravado por la menor influencia de su cuerpo etérico.

MENOR INFLUENCIA DEL CUERPO ASTRAL
Los coléricos son personas en los que rige el pensar convertido en la acción lo más inmediata posible, sin parar a prestar atención a sus sentimientos.
Es capaz de controlar el mundo emocional hasta parecer que domina sentir aquello que ha decidido sentir.
También son capaces de controlar el dolor, tanto el físico como el emocional, debido a que la influencia astral es menos intensa que en otros temperamentos (melancólico o sanguíneo).

Características psicológicas-anímicas
Las características del colérico vienen condicionadas por el dominio de su yo.
POR EL PREDOMINIO DEL YO el colérico mide el mundo desde sí mismo, desde sus criterios y opiniones siendo muy subjetivo. A veces, incluso, esto le lleva a creer que es el portador de la verdad.
Es el héroe, pero también el conquistador, no se deja amilanar por las dificultades, ni por los que le rodean, tratando de dominar situaciones y a personas.

CÓMO ACOMPAÑAR A UN COLÉRICO
El temperamento colérico es el más marcado en cuanto a sus aspectos positivos y negativos, tiene que ver con el gran sol que tiene en su interior capaz de dar calor y de quemar. Un colérico que se haya podido templar y que se haya desarrollado tendrá las cualidades de ser un gran transformador de la humanidad y podrá contribuir en gran medida a su evolución.

Riesgos del temperamento colérico
El peligro de un temperamento aparece cuando se polariza en exceso y la persona no es capaz de metamorfosearlo pudiendo caer en una unilateralidad que provoque un desequilibrio.

Peligros a nivel psicológico
Son personas con una fuerte voluntad que le puede llevar a imponer sus ideas al precio que sea. Eso les puede hacer mostrarse agresivos y destructivos, incluso en ocasiones consigo mismo por su baja tolerancia a la frustración.
Suelen ser impacientes, quieren que al instante se logre aquello que se habían propuesto. Parecen tener prisa y son muy celosos de sus tiempos.

Peligros a nivel físico
La relación de los coléricos con el calor les hace especialmente proclives a sufrir de procesos febriles.
Los coléricos adultos pueden desarrollar enfermedades del sistema cardiovascular, como hipertensión, ictus, infartos, etc

Fortalezas de un colérico
Capacidad para liderar, “donde ponen el ojo, ponen la bala”, transforman en acción todo aquello que se proponen.
Poseen la capacidad de dirigir grupos y colectivos hacia un fin determinado.
Pueden llegar a ser los héroes que en un momento en el que el resto no saben cómo actuar él si tenga la idea de qué hacer y el arrojo para llevarlo a cabo.

Cómo acompañar a un niño colérico
Toda acción que ayude a cualquiera de los temperamentos a equilibrarse en su polaridad puede ser entendida como salutogénica.
En el caso de un niño colérico una educación inadecuada tendrá unas consecuencias muy marcadas en su vida adulta, por ello es más necesario que nunca un buen acompañamiento Debe tratar de despertarles el respeto y la consideración hacia los demás, para evitar que se conviertan en déspotas y tiránicos. Si se destacan sus valores idealistas serán capaces de llevar los más arriesgados proyectos altruistas adelante.
Es en la infancia, en concreto en el segundo septenio (7 a 14 años) cuando se expresan los temperamentos que llevamos. También es en ese momento en el que se puede actuar para permitirle al temperamento no quedarse encerrado, sino en ser metarmofosearse por la Quintaesencia aristotélica.

Educación
CONVERTIRSE EN UNA AUTORIDAD AMADA PARA ELLOS
Son niños que requieren que quien les muestra una teoría la domine a la perfección. También demandan que aquel que le indique que haga algo, lo haya hecho previamente. Ellos solo escucharán a los que consideren competentes en la materia o coherentes con aquello que dicen. El educador que quiere ayudarles en su desarrollo deberá convertirse en una autoridad amada para ellos.

PONERLES RETOS
Son niños a los que las dificultades les estimulan, pareciendo, a veces, que hasta las buscaran para ponerse a prueba. Los educadores deben tratar de ponerles retos, pero que estos conduzcan hacia el beneficio común de todos.
Estos niños, especialmente, requieren del contacto con la naturaleza. Responden muy bien a pequeños retos ya sea, subir esa montaña, trepar a ese árbol o recoger la basura y los desperdicios abandonados en este bosque.
Además y, al necesitar mucho ejercicio, se les debe motivar a practicarlo mediante retos, ya sea lanzar aquello más lejos, o correr esta distancia en menos tiempo.

DESPERTARLES EL RESPETO
Son niños que desconocen dónde acaba “su territorio” y pueden creerse con el derecho de que todo está bajo su dominio. Conviene que aprendan los límites y dónde comienza lo ajeno, que posee tanto valor como su propio mundo.
Los educadores, padres o maestros deben prestar atención a que un niño colérico trate a sus hermanos o compañeros como semejantes, no ejerciendo dominio sobre ellos. Ellos deben llegar a aprender que el verdadero liderazgo se ejerce cuando se posibilita que todas las personas den a la colectividad su mejor virtud, no desde el competir, sino desde la cooperación.
Cuando a un colérico se le ocurre una idea, tiene tendencia a encargarse de todo y, a veces no es capaz de asumir que otras personas pueden requerir más tiempo para llegar a esa decisión. La frase a leerle será aquella que dice que “si quieres ir rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado”.
En este sentido también es conveniente mostrarles los éxitos de los demás para favorecer el aprendizaje de que existen otras posibilidades más allá de las que habían contemplado hasta ahora.
Una de las posibilidades para llevarlo a cabo es invitarlos a leer biografías de héroes.

FAVORECER EXPRESARSE TRANQUILAMENTE HACIA LOS DEMÁS
El colérico se siente a gusto en el pensar y, sobre todo, en el actuar. Los sentimientos tratan de ponerlos a su servicio. No se mueven bien en el mundo emocional y cuando tratan de compartir una emoción lo hacen con agresividad y de manera vehemente.
Apenas han tomado una decisión se ponen manos a la obra para llevarlo a cabo sin detenerse por un momento para compartirla y, menos, en contrastarla con los demás.

Recomendaciones
ALIMENTACIÓN
Dada su capacidad y acción calórica requiere que su alimentación esté compuesta principalmente de crudos, escasa en alimentos densos y pesados de digestión como son las frituras.

OTRAS PAUTAS
- Por su individualismo, el instrumento que toquen tendría que permitirle ser el solista de la orquesta. Dada su voluntad y su capacidad para afrontar riesgos, muchos de los grandes intérpretes de la música han contado con este temperamento como ayuda.
- Los coléricos que mantengan este tipo de temperamento marcado en la vida adulta deben prestar atención a las enfermedades cardiovasculares, por lo que deben hacerse chequeos periódicos de su corazón y análisis de colesterol y de triglicéridos en sangre.

Profesiones ideales para un colérico
Pueden ser grandes emprendedores y ejecutivos. Aterrizan y convierten los proyectos en realidades.
Sus dotes de liderazgo les hacen que busquen dirigir cualquier actividad que asuman, ya sea como regentes de una orquesta, de un colegio o como oficiales en el ejército.
Por su capacidad para el heroísmo pueden ejercer profesiones en las que se requiera decisión y arrojo, ya sea como bomberos o como médicos de emergencia.
Su afán por las aventuras le convierte en exploradores, guías de montaña, pilotos de aviones, etc. Pueden llegar a ser grandes deportistas por su capacidad para superar retos.



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