"De hecho, muchos de los sentimientos e impulsos que portamos dentro del alma están allí presentes como resultado de nuestras vidas terrenales pasadas; sólo que no podemos observarlas, ya que se hallan dentro de nuestro cuerpo. Supongamos que una persona encuentra a alguien, y el encuentro conduce a una amistad que altera el curso entero de nuestras vidas. Al mirar hacia atrás sobre los años transcurridos, descubrimos por medio del ojo espiritual lo que nunca podríamos encontrar gracias al mero ojo físico, es decir: que toda nuestra vida hasta el momento en que se produce tal encuentro, fue una búsqueda de esa persona.[…] Continuando con este tipo de observaciones sobre la vida, se puede descubrir que todo lo que hicimos, pese a que se presente como el resultado de una labor de las fuerzas terrestres, en realidad estuvo guiado desde otra parte. De hecho, llegamos a reconocer que la vida que vivimos ahora depende de vidas terrenales anteriores. Entre medio de éstas también hubo vidas en el mundo espiritual." (Rudolf Steiner, GA 231, La Haya, 16 de Noviembre de 1923)
Imagen: El ángel guardián por William Russell Flint.
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