El médico quiere estar a la altura
de los avances rasantes de su especialidad; las conferencias de Rudolf Steiner
para médicos le son, como antropósofos, una tarea de más de toda una visa,
además tiene que ver con la parte pedagógica como médico escolar, más aún con
la actividad en pedagogía curativa, el curso Euritmia curativa está en el
centro de la terapia antroposófica, pero tampoco puede olvidarse de la Medicina Pastoral ;
consideraciones generales de la antropología, del medicamento, de la
alimentación y de los procesos en la naturaleza se encuentran en el curso de
Agricultura, en las conferencias a los trabajadores y en casi toda otra
conferencia de Rudolf Steiner. Cada médico está llamado a representar la
trimembración del organismo social. Los terapeutas artísticos esperan de
nosotros puntos de vistas racionales para el modelado, música, pintura, arte de
la palabra. Se espera tanto de nosotros, que surge el reflejo natural de ya no
hacer nada. Y quizás esta sería la consecuencia peor de tales exigencias, pues
¿De dónde procede esta impotencia sentida por cada uno de nosotros? Se origina
porque no hemos cursado los estudios correctos. Podría ser diferente.
La
exploración médica del enfermo.
Comencemos con la exploración
médica de la inspección, auscultación y palpación. Hoy se la ha ampliado con
métodos visuales (radiología, ecografía), diagnóstico de laboratorio y métodos
invasivos. Con nuestra formación usual a penas nos es conciente la diferencia
básica de estos medios, aprendemos a utilizarlos de forma pragmática. Si las
consideramos antroposóficamente, también estas medidas tecnificadas aparecen en
un contexto más elevado. Y esto es en el fondo lo más importante que hasta los más
íntimos gestos de la vida diaria de nuestra profesión puedan verse a la luz de
una globalidad más abarcante, pues entonces la gran cantidad de nuestras tareas
no nos lleva forzosamente a la impotencia, sino por el contrario nos hará cada
vez más capaces.
Se habla de métodos visuales y se
refiere con ellos a la radiología, ecografía, tomografía axial computerizada,
resonancia magnética nuclear. Estos métodos tienen en común que proyectan una
imagen de los órganos y de los procesos patológicos.
El diagnóstico de laboratorio se
utiliza para determinar la cantidad de una sustancia contenida en un líquido
corporal o gas, relacionándola con los valores normales en los sanos. Se trata
siempre de cifras concretas y de su relación con los valores de referencia. Los
valores de referencia dependen también del método aplicado.
Con estos dos procedimientos
complementarios se puede a menudo realizar un diagnóstico seguro; pero no
siempre. A veces se hace un diagnóstico sin ninguna duda cuando se recurre al
denominado diagnóstico invasivo. Con agujas y otros finos instrumentos se le
agarra al órgano mismo extrayéndole una parte de tejido y sometiéndolo a una
exploración anátomo patológica.
Con lo cual el diagnóstico ha
llegado a su apogeo, es decir, en la mayoría de los casos ya no admite duda,
sobre todo si coinciden los métodos visuales y los análisis de laboratorio.
También la exploración física
transcurre en tres fases. La inspección se lleva a cabo por el ojo del médico.
Todos los procedimientos modernos visuales son ampliaciones de la inspección.
La auscultación la realiza el médico con el oído, la percusión es una
modificación de ello. Al oír se reconocen unas determinadas relaciones
numéricas. La frecuencia del tono fundamental se comporta con la frecuencia de
la octava 1:2. Se puede hablar de una estequiometría del escuchar. El diagnóstico
de laboratorio, que confirma por ejemplo un valor en sangre elevado el doble o
el triple, no es otra cosa que una ampliación de nuestro sentido del oído o
numérico en el terreno de la química. En la palpación el médico palpa
directamente el órgano del paciente, para ello el médico utiliza su mano. Este
método de conocimiento no es tan claro como el ojo o el oído pero penetra detrás de la superficie
corporal, presionando y tocando directamente. Esta inmediatez que se inicia con
la palpación se incrementa con la ayuda de los métodos invasivos.
El carácter arquetípico de estos
tres métodos se hace patente en los lugares donde son especialmente oportunos.
En la cabeza podemos captar mucho a través de la inspección, por ejemplo cuando
exploramos el ojo y los otros nervios
craneales. El tórax sin embargo, se nos hace accesible sobre todo por la
auscultación. La arriba mencionada similitud de la química y el escuchar se nos
muestra también aquí ya que la sangre y el aire, integran “el hombre rítmico”,
nos los apropiados para un diagnóstico químico. El abdomen finalmente es del
dominio de la palpación, pensemos cuando exploramos un abdomen agudo o también
como el dedo del médico palpa o penetra cuando realiza un reconocimiento rectal
o vaginal.
La exploración del hombre, aunque
se realice con modernos aparatos, expresa ciertas leyes que son válidas también
en lo espiritual. También en la iniciación es así; que el alumno espiritual
tiene que vivenciar en primer lugar el mundo espiritual solo como una imagen;
se denomina a esta etapa del conocimiento superior la imaginación. El mundo
espiritual es como una escritura que se puede mirar pero que aún no se puede
leer. Por el segundo escalón del conocimiento superior, denominado inspiración,
se vuelven claras las relaciones y correspondencias de las distintas imágenes
de la imaginación. La imaginación puede compararse con el ver, la inspiración
con el oír. Imaginación e inspiración se amplían recíprocamente y se promueven.
Sin duda alguna se alcanza el conocimiento más elevado cuando surge la tercera
clase de conocimiento a la que se denomina intuición. Por la imaginación se ven
las letras del mundo espiritual, por la inspiración se aprenden a leerlas como
una escritura y por la intuición se conoce quién a escrito esa escritura. Por
la intuición uno se funde con los procesos del mundo espiritual y se los mira
desde dentro.
Intuición
Abdomen Mano Palpación Métodos Invasivos
Inspiración
Tórax Oído Auscultación Diagnóstico de Laboratorio
Imaginación
Cabeza Ojo Inspección Métodos radiológicos
…………………………………………………………………………………..
Sobrenatural
Paciente Médico Exploración Infra natural
De esta manera podemos reconocer en
los métodos de la civilización médica moderna el mismo orden escalonado como
tiene que ser observado en los misterios. Para la reforma de los estudios de
medicina, Rudolf Steiner ha recomendado por eso un ordenamiento
correspondiente, en el que el principio de la iniciación pueda convertirse en
un principio de civilización.
La
secuencia del sistema de órganos.
La primera propuesta que se
menciona aquí es en la que Rudolf Steiner recomienda una determinada ordenación
de la materia.
“Si yo debiera instituir unos estudios de medicina para aquellos que
directamente se incorporan y quieren cursar estos estudios en un determinado
tiempo, tendría que comenzar, después que se han adquirido los conocimientos
científicos-naturales suficientes con la exposición de las diferentes funciones
humanas. Yo comenzaría observando, en una forma anátomo fisiológica, la
digestión de los alimentos desde la acción de la ptialina y la pepsina hasta su
incorporación en la sangre; después que se ha explicado en detalle todo el
tracto digestivo se tendría que tratar con minuciosidad el sistema
cardio-pulmonar y todo lo relacionado con él. Después expondría todo aquello
que pertenece al sistema renal del hombre.
El
sistema renal se tendría que estudiar conjuntamente con todo el sistema
neuro-sensorial que hoy día no se lo relaciona conjuntamente y después tendría
que tratarse el sistema hepato-biliar incluyendo el bazo, y a través de este
círculo se obtendría una visión general sobre la organización en el organismo
humano como se necesita para construir aquello que tiene que ser construido en
primer lugar por la ciencia espiritual antroposófica. Sobre la base, que me
gustaría llamar de transparencia de los resultados de investigación
empírico-sensoriales y que tienen que ordenarse como he mencionado, se podría
pasar a lo terapéutico.”
En el transcurso de esta
conferencia resulta como los cuatro sistemas son los representantes físicos
para la intervención de los cuatro miembros constitutivos:
Digestión -Sólido -Inorgánico
Corazón.pulmón -Líquido -Vitalización
Riñón y sistema -Gaseoso -Astralización
neurosensorial
Hígado-Vesícula -Calor -Organización del yo
En esta secuencia reside un
principio arquitectónico-artístico, que de ningún modo es indiferente. Un
profesor que comienza con la digestión y es conciente del lugar que ocupa esta
digestión, actúa de forma distinta sobre sus estudiantes, que si comenzara en
cualquier parte y con cualquier materia: Una pedagogía efectiva y conforme a la
realidad tiene que contar con tales imponderables de la enseñanza.
El
método plástico-musical-recitativo.
Este curso de formación no fue sólo
recomendado para médicos, sino también para maestros, sacerdotes, euritmistas y
jardineras de infancia. Hay muchos motivos para considerar a este método como
pedagogía del cuarto septenio. En este sentido se han desarrollado ya varios
cursos; mas información puede solicitarse a Gisbert Husemann (2) y a Armin
Husemann (3). El Seminario de Medicina Antroposófica en la Filderklinik aplica
este método desde se fundación por
Thomas Mckeen (1953-1993) y continúa en la misma forma llevado por Armin
Husemann y Ludger Simon. Su contenido gira alrededor de un estudio de los
miembros constitutivos en una forma práctica, pues el hombre consta de un
miembro constitutivo visible y tres invisibles físicamente. Por ello se une en
este método una ciencia con tres diferentes artes. El cuerpo físico es captado
con nuestras facultades intelectuales usuales. El cuerpo etérico aprendemos a
reconocerle cuando adaptamos plásticamente nuestro pensar a las formas. Nuestro
pensar tiene que llegar a ser musical si el cuerpo astral ha de resonar. Y se
capta a la organización del yo cuando unimos a nuestro pensar al genio de la
lengua. Por este motivo el trabajo parte de los hechos del cuerpo físico tal
como son conocidos por la ciencia médica.
Después se intenta según el método
Goetheano (La polaridad, la metamorfosis, y sublimación), encontrar el tipo
subyacente. Estas ideas vivas pueden ser plasmadas posteriormente en el
espacio, oídas musicalmente en el interior y finalmente recreadas verbalmente.
Así surge por una práctica científico- artístico todo el hombre
físico-suprasensible del cual habla la Antroposofía.
Resumiendo se recorre el siguiente
escalonamiento:
-
Cuerpo
físico: ciencia médica, antropología.
-
Cuerpo
etérico: modelado.
-
Cuerpo
astral: ejercicios musicales.
-
Yo:
ejercicios recitativos.
Naturalmente podrá objetarse que
unos estudios organizados de esta manera duraría aún mucho más tiempo. Esta objeción
la recoge Rudolf Steiner con las siguientes palabras, que también pueden
aplicarse a otros contextos:
“Hoy día se le tomaría poco en cuanta a aquel que propusiera una reforma
de los estudios de medicina y dijera: el conocimiento tiene que elevarse del
aprender al modelar, a lo musical, a lo recitativo. Se diría ¿Y cuanto duraría
entonces una formación? Ya dura lo suficiente ¿encima hay que elevarse al
modelado, después a lo musical y posteriormente a lo verbal? En realidad sería
mas corta, pues la duración actual procede de algo muy especial, procede de que
se permanezca en la consideración abstracta lógica y sensorial-empírica. Se
comienza con el cuerpo físico pero no por esto se lo explica y por esto nunca
llega a un final. Se puede estudiar todo lo que se quiera y se puede continuar
hasta el final de su vida en la tierra no necesita tener ningún final, mientras
que consigue una unidad interior si se construye orgánicamente a si mismo para
el organismo físico-anímico-espiritual. No se trata de que incorporemos por la Antroposofía nuevos
capítulos a los que ya tenemos, podemos estar ya bien contentos con lo que nos
da la ciencia convencional. Nosotros no la combatimos. Le estamos agradecidos,
así como estamos agradecidos al constructor de violines que nos facilita el
violín pero lo que es necesario para nuestra época y cultura es tomar en
consideración esta completa civilización y penetrarla con lo anímico y lo espiritual,
tal como el mismo hombre está penetrado por lo anímico y lo espiritual, es
necesario que el elemento artístico no permanezca en la cultura como un
complemento de lujo junto a la vida auténtica como un entretenimiento que nos
guata aunque sabemos por lo demás tomar la vida espiritualmente, sino que hay
que tomarlo como un conjunto de leyes divino-espirituales que compenetran al
mundo y al hombre”(4).
Nuestro estudio será de esta manera
mas práctico, corto y satisfactorio si cada cosa aprendida se ordena en la
formación escalonada de todo el hombre.
¿Qué es lo que realmente reside en
el escalonamiento que es común en ambas propuestas? La secuencia es un
principio espacio temporal; hablando artística-metódicamente es
plástico-musical. La sucesión correctamente aplicada, es en sí misma un
concepto artístico que entusiasma a los estudiantes cuando la materia que
tienen que aprender, poco a poco va manifestando a todo el hombre en su
sucesión temporal. La secuencia es un arte que destruye la materia para que
aparezca lo espiritual de la cosa. Goethe ha dicho sobre el diletantismo:
“donde falla el diletante es en la arquitectura en el sentido mas elevado,
aquella fuerza que crea, configura y constituye; solo tiene de ello una vaga
idea entregándose a la materia pero sin dominarla”. Los estudios de Medicina
deben formar a especialistas en el buen sentido y no a aficionados. El
ordenamiento de la materia según los miembros constitutivos es arquitectónico
en el más alto sentido formando a médicas y médicos, que gobiernan la materia
en lugar de ser gobernados por ella. La secuencia correcta “crea”, forma,
constituye, y esto es precisamente lo que queremos con una formación
profesional.
Exotérico-
esotérico – moral.
La tercera recomendación de Rudolf
Steiner está en el Curso de Navidad para los médicos jóvenes (7). Steiner
nombra aquí los tres cursos que tendría que tener la formación en medicina:
Primer curso: parte exotérica del
saber médico, Naturaleza.
Conocimiento de las sustancias como se
presentan
en forma de bosquejos en las tres primeras
conferencias
del Curso de Navidad; “Aprender exotéricamente, afano_
samente, aplicadamente,
activamente”
Segundo curso: parte esotérica que
profundiza el saber médico en
lo que debe
convertirse la actitud moral
en el hombre, actitud
moral médica. El segundo curso
tiene que construirse
sobre el primero.
Tercer curso: considerar lo
terapéutico en la relación con el
desarrollo de las facultades
concretas médicas
y morales.
Esta triple estructuración es en
principio difícil de entender. Normalmente vemos lo exotérico y lo esotérico
como polaridades, que después manifiestan en el actuar conjunto la esencia de
las cosas. Se podría pensar que en lo esotérico estuviese contenido el
desarrollo moral, y se sorprende que además de lo esotérico se redondea lo
anterior aún con otros cursos sobre moral. Nos resulta familiar que acompañen
ejercicios morales lo esotérico y que sean condiciones para ello: “por esto
aquel, que busca los misterios de la naturaleza humana por propia visión, tiene
que seguir la regla de oro de la verdadera ciencia espiritual. Y esta regla es:
Si intentas dar un paso hacia delante en el conocimiento de verdades ocultas,
haz al mismo tiempo hacia delante en el perfeccionamiento de tu carácter hacia
lo bueno.”
¿Qué es lo que se entiende pues por
estos tres cursos y cómo se relacionan con las otras dos propuestas de la
reforma?
El “primer curso” corresponde en
principio a lo que hoy se puede aprender aunque también ampliado a un saber
vivo goethenístico.
En el segundo curso llama la
atención cómo Rudolf Steiner describe siempre de nuevo sentimientos,. De la
cuarta a la octava Conferencia del Curso de Navidad se encuentran según el
orden las siguientes palabras,
refiriéndose al segundo Curso esotérico-gessinnung –experimento-
vivificar-profundización interior, el hombre vivo sintiente-el sentimiento del
médico-lo humano- ganar a través de las convicciones (sentimientos) médicas una
mirada para la Naturaleza
totalmente diferente-conocimientos vivos-, vivir en repetición rítmica-
adquirir a nivel de sentimiento, -desarrollar amor para la observación- esto
tiene que sentirse- vivificación del sentido médico por medicación rítmica y
repetida de los mantras correspondientes –tomar con fervor santo – partir de
aquello que puede vivenciarse-sentimientos interiores diferenciados – emociones
profundas interiores – vivencia sentida de todo el cosmos – profundización
emotiva- esto no le será indiferente- confianza y aceptación de las
condiciones- excesiva inmodestia y comodidad hacían fracasar la esotérica hasta
ahora – actitud moral del médico- llevar el alma al estado anímico necesario y
continuado- el ideal del sentir debe convertirse en forma de vida concreta.
Resumiendo todo en el curso de
Pascua como sigue: “estas son las cosas que debemos dejar; actuar sobre todo
anímicamente en nosotros. Las cosas se transforman en esotéricas cuando se les
deja actuar anímicamente; y así es como el Evangelio de San Lucas contiene todo
el sentimiento anímico que necesita para desarrollar ese sentimiento”. (9).
En un discurso a los jóvenes es lo
mismo: “Meditar quiere decir justamente: trasformar aquello que uno sabe en
devoción, precisamente las cosas concretas y particulares” (10). El primer
capítulo en “Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores” nos
muestra que sentimientos como la veneración y la devoción ante la verdad y el conocimiento
hacen al alma más apta y más fuerte para conocer. Los órganos superiores de
clarividencia o flores de loto se forman de sentimientos y emociones
(sensaciones, afectos). En la
Teosofía aparece en la
introducción: “Este sentimiento, que quizás al principio no percibe absolutamente
nada de lo que se le habla, es el mismo el mago, que abre el ojo de lo
espiritual”.
No cabe duda que el segundo Curso
presenta sobre el esoterismo médico un camino interior de sentimientos. En
primer lugar de carácter general, porque toda esotérica tiene que desarrollar los
órganos superiores a partir de los sentimientos. En segundo lugar
específicamente médico en el sentido de la atmósfera anímica del Evangelio de San Lucas como
escuela de la compasión, con la que el médico adquiere el impulso para la
prestación de ayuda personal para sus pacientes. El Buddha, que vivió 500 años
antes de Cristo funda la enseñanza del
amor y de la comprensión. La enseñanza del Buddha se ha convertido por el
Cristo en acción; esta transformación la describe sobre todo el Evangelio de
San Lucas. Este Evangelio nos habla del niño Jesús natánico (11). Desde estos
contextos generales antroposóficos ya se manifiesta, que el Evangelio de San
Lucas contiene el impulso sanador crístico, como Rudolf Steiner afirmó
frente a los médicos jóvenes. (9)
Si consideramos la relación
interior entre el camino del sentimiento y el esoterismo en el segundo curso,
entonces comprendemos también por qué tiene que preceder un “primer curso” y
seguir un “último curso”. Los conocimientos científico-naturales necesarios
como “saber médico” pertenecen a la categoría del pensar. El último curso como
ejercitamiento de las facultades morales pertenece a la voluntad:
Primer curso Saber médico, Exotérico -Pensar
Segundo curso Ideal de sentimiento, esotérico -Sentir
Tercer curso Moral médica -Voluntad
De lo que se trata en el “Tercer
curso” lo esboza Rudolf Steiner en algunos puntos. Dio aquí palabras claves que
no son pensadas como guías sino como generadoras de fuerzas para el médico.
Semejantes palabras de ánimo aparecen en situaciones determinadas del Cuarto
Misterio de Drama. Benedicto dice en la 11ª escena del “Despertar del Alma”.
No como guía, mas bien
como generador de fuerzas sirve la
palabra del místico.
Sucederá, lo que tenga que suceder
por eso esperamos vigilantes,
en qué forma indica el espíritu de
los signos.
Estas palabras llenas de voluntad
contienen en sí, y esto es característico, contradicciones que sin embargo
se disuelven por sí mismas en la realidad. Así dice el espíritu de la acción en
la 13ª escena:
Es exitoso quien no teme a los
fracasos
y el Guardián del Umbral habla (6ª
escena):
Nunca el alma debe querer caer,
mas debe recoger sabiduría de la
caída.
Algunas de estas palabras las podrá
utilizar el médico en una u otra situación de su realidad profesional. Por
ejemplo nunca se querrá cometer un error en un diagnóstico, sin embargo se debe
recoger sabiduría de un diagnóstico equivocado. Exactamente en el mismo estilo
habla Rudolf Steiner sobre el “último curso” para despertar las necesarias
cualidades morales.
Un campo central es aquí la
voluntad de curar y su relación con la voluntad del Karma. Tenemos que tener la
incondicional voluntad para curar, pero no podemos curar contra el Karma. Si
sólo actuara en nosotros la voluntad del Karma seríamos terapeutas nihilistas, estaríamos
en el punto de observación sin compasión de Ahriman. Pero la voluntad de curar
también puede exagerarse, si el médico se excede, estira demasiado el arco
luciféricamente y a través de esto quizás evita medidas diagnósticas o quirúrgicas
necesarias para salvar la vida del paciente y que el mismo médico no tiene a su
alcance. Por tal motivo en cada momento tiene que haber una relación correcta
entre la voluntad de curar y la voluntad del Karma. Rudolf Steiner ha indicado esta relación como
aproximadamente y de una décima parte, es decir aproximadamente la décima parte
de nuestra voluntad debe pagar su tributo a la voluntad del Karma. “Si tienen el
valor de curar frente una enfermedad, entonces ya es la correcta orientación
que llegará a buen fin en el 90% de los casos”.
La voluntad del Karma sirve para poder reconocer el restante 10%.
Otro
campo de la moral médica es el autotratamiento del médico. El médico tiene que
renunciar a la acción de sus medicamentos sobre sí mismo. Un saber terapéutico
verdadero retira al medicamento la fuerza de actuar sobre aquel que sabe. Por
lo tanto es una renuncia, pero por el otro lado ocurre que un saber terapéutico
real, protege al que lo posee mejor que una vacuna. (12). Tampoco aquí se trata
de una contradicción sino que con la renuncia vencemos a Lucifer y con la
conciencia de tener o no un saber terapéutico real, estamos ante Ahriman.
Nuestro camino tiene que ir por el medio.
El
principio iniciático se transforma en un principio civilizador (1).
Si
se ha comprendido que la propuesta sobre los tres cursos de formación de
medicina debe ejercitar el pensar, sentir y querer, también se entiende la
relación de esta recomendación con las dos anteriores sugerencias. Las fuerzas
del pensar usuales son fuerzas etéricas metamorfoseadas, así como el sentir es
fuerza metamorfoseada del cuerpo astral y la voluntad fuerza metamorfoseada de
la organización del yo. (13)
Si
además añadimos que accedemos al cuerpo etérico imaginativamente, al cuerpo
astral inspirativamente y al yo intuitivamente, entonces tenemos ante nosotros
la relación completa.
Con
los tres pasos del conocimiento de la imaginación, inspiración e intuición, nos
elevamos al mundo espiritual. En esta secuencia actúa la ley fundamental de la
ciencia iniciática, un reflejo de los pasos de la creación y de la evolución
cósmica. La propuesta de reforma para los estudios de medicina quiere que se
manifieste esta secuencia hasta en la formación profesional.
Hígado vesícula Yo Lenguaje Voluntad Moral Intuición
Sist. Renal y Cuerpo Música Sentir Esotérico Inspiración
Neurosensorial astral
Corazón- pulmón Cuerpo
Plástica Pensar vivo Exotérico Imaginación
etérico
Digestión Cuerpo Arquitectura Pensar abstracto exotérico
Ciencia
Físico
sensorial
Dado
que no corresponde la triple estructuración del alma con la cuatrimembración de
los miembros constitutivos, aparece un vacío físico en el paralelismo, que
fácilmente puede aclararse y resolverse si por ejemplo se mira conjuntamente el
pensar abstracto habitual con la ciencia de los sentidos y el pensar vivo
goetheano con la imaginación. Quien quiera completar las artes hasta el cuerpo
físico puede tomar a la arquitectura que según otras presentaciones de Rudolf
Steiner (14) corresponde al cuerpo físico. En la totalidad aparece la
organología como ciencia, el método plástico-musical-recitativo como arte, y
los tres cursos que acaban con la moral son en este contexto religión. Aquello
que va hilando como principio común de ordenación y secuencia de ciencia, arte
y religión, es el principio de iniciación de la imaginación en imágenes, la
inspiración musical-proporcional y la intuición
de la verdad de la palabra.
Literatura.
1. R Steiner: “Mysterienstatten des Mittelalters…..” (GA 223), 13. 1. 1924.
2. Gisbert Husemann: Menschewissenschaft duch
Kunst. Zur Gesschichte des Arbeitweise” in “Die plast.musik,sprachl. Menschenkunde-
Eine Metdhode des antroposophischen Studiums”, Sonderheft, Der Merkustab” 6
Auf., 1990.
3. Armin Husemann: “Der musikalische bau des
Menschen”; Stuttgart, 1993, 3. Auflage; englische Ausgabe 1993.
4. R Steiner: “Die Methodik des lehrens….” (GA
308), 10. 4. 24.
5. R Steiner:
“Physiologisch-Therapeutisches..”(GA314), 27. 10. 22.
6. Goethe: “Zur abhandlung uber den D
ilettantismus”, (Weimarer Ausgabe 47, 326) zit. Nach Hamburger Ausgabe ( E.
Trunz) Bad 6, s. 680.
7. R Steiner: “Meditative betrachtungen…..” (GA
316), 8. 01. 24.
8. R Steiner: “Wie erlangt man Erkenntnisse der hoheren
welten?”, Kap. “ Kontrolle der Gedanken und Gefuhle”.
9. R. Steiner: “Medidative Betrachtungen…”
(GA316) 24. 4. 24.
10. R. Steiner. “Die Erkenntnisaufgabe der
Jugend”, Dornach, 1957, Ansprache vom 17.6.24 in Koberwitz.
11. R. Steiner: “Das Lukas Evangeliun”. (GA
114), Basel, 1909.
12. R. Steiner: “Medidative Betrachtungen….”
(GA 316), 8.1.24.
13. R. Steiner: “ Grundlegends….” (GA 27), 1.
Kapitel.
14. R. Steiner: “ Kunst im Lichte der
Mysterienweisheit”. (GA 275), 29. 12. 1914.
Dr. Friedwart Husemann
María-Eich´Str. 57 A
D- 82166 Grafelfing b. Munchen
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