Nombre en español: Siempreviva del Cañon
Familia: crassulacea
Color: naranja
Signatura: es una especie de planta suculenta perteneciente a la familia de las crasuláceas (Crasulaceae) endémica de California. Se trata de una distintiva planta con flores de color rojo-naranja y un color gris-verde en su roseta basal. Prolifera en las pendientes secas expuestas al sol y los afloramientos de piedra, y almacena la humedad dentro de sus suculentas y gruesas hojas puntiagudas. La planta tiene un perfil bajo, con una roseta basal de hojas densa, y uno o varios tallos de flores de 10 a 30 cm que surgen del lado de la roseta. Los tallos tienen pequeñas hojas puntiagudas opuestas, y terminan en cimas de numerosas flores pequeñas. Los sépalos triangulares de color naranja-rojo forman un tubo del que sobresalen los pétalos de color naranja a amarillo, cada uno de los cuales se abre hacia afuera en sus extremos. Canyon Dudleya encarna la polaridad elemental del agua y el fuego, que corresponde al ciclo estacional del clima mediterráneo de California. Durante la temporada de lluvias se hincha con humedad, que lo nutre y protege durante el verano caluroso y seco, cuyo fuego se ve acentuado por su hábito de crecimiento, posado en afloramientos rocosos expuestos al sol de verano. También vemos esta polaridad en la estructura de la planta, ya que las suculentas hojas basales permanecen como hojitas redondeadas. Hay poca metamorfosis de las hojas, no hay transición a formas de hojas más ligeras que se desplazan hacia arriba por un tallo. En cambio, cuando el sol sube alto en el cielo, el Dudleya envía un tallo de flores para encontrarse con el sol con su inflorescencia ardiente. Sin embargo, incluso la flor conserva algo de la calidad suculenta que vemos en las hojas, lo que le permite resistir el ataque solar sin quemarse. La fuerte afinidad con el agua de la suculenta Canyon Dudleya, una cualidad que es característica de la mayoría de las plantas de la familia Crassulaceae, le protege contra las tendencias inflamatorias de su entorno. Mantiene sus fuerzas internas de fuego bajo control, y cuando les permite manifestarse en la flor, es retenida y protegida por el agua. Cuando las fuerzas del agua finalmente se rinden a fines del verano, la planta puede marchitarse, pero revive con las nuevas lluvias.
Palabras clave: Fanatismo, sugestionabilidad, turbulencia, descontrol emocional.
Del arquetipo de la vehemencia y de la sensibilidad, en el sentido de dejarse llevar por las sensaciones de una forma extremada y sin medida.
Canyon Dudleya es para aquellas personas excesivamente sensibles, susceptibles y sugestionables, con mucha tendencia a entrar en estados de trance que se desconectan de la realidad fácilmente. Para quienes viven sus emociones de forma turbulenta, con falta de objetividad, con tendencia al fanatismo, de personalidad combativa, con actitud de vanidad. Suelen aislarse y se abstienen de compartir sus sentimientos. Esta esencia floral sirve a la persona cuyas emociones y experiencias psíquicas son demasiado inflamadas, demasiado excitables y demasiado dramáticas.
Esta esencia floral ayuda a prevenir los trastornos psíquicos en los estados alterados de conciencia (EAC), protege de la disociación psíquica y potencia la introspección y el altruismo. Es útil para tratar una excesiva reactividad emocional. Lo utilizan terapeutas que trabajan con niños excesivamente excitables, y también se utiliza Canyon Dudleya para casos de «personalidad límite». Proporciona equilibrio, una nutrición del alma más profunda y duradera. No suprime el entusiasmo natural y el fuego de esta personalidad, sino que la mantiene en una matriz de experiencia de vida estable y sostenible, regada por el flujo diario de la vida. Aporta elemento agua para atemperar tanto fuego.
Desde el punto de vista físico, trata los trastornos de automatismo sensitivo (picazones, dolores, calor-frío…), la hipocondría, y es útil en dolores de cabeza, diarreas y dolor en los ojos.
A nivel energético, actúa evitando la desconexión de los cuerpos sutiles con el cuerpo físico.
PATRONES DE DESEQUILIBRIO: Experiencias psíquicas distorsionadas, implicación sobredimensionada en experiencias psíquicas o carismáticas, adicción a un tipo de vida del estilo trauma-drama. Vulnerabilidad excesiva, ingenuidad, vanidad, hipersensibilidad, reacciones emocionales coléricas, intolerancia, rencor y rumiación penosa.
CONDICIÓN POSITIVA: Energías físicas y psíquicas equilibradas, presencia arraigada en la vida cotidiana, carisma positivo. Coherencia, firmeza, respeto. Estabilidad psíquica, cautela y astucia. Clara percepción del mundo externo e interno. Mesura y sentido común.
AFIRMACIONES: Mi percepción es clara y vivo mis emociones con equilibrio y respeto hacia los demás. Me doy cuenta de que no todo lo que pienso es real. Armonizo las sensaciones y emociones que me embargan con mi entorno para no perder el sentido de realidad. Me arraigo en mi cuerpo para no flotar ni dejarme llevar en exceso por las experiencias místicas.
PREGUNTAS-GUÍA:
¿Acaso su vida suele parecer un gran drama-trauma, como si se encontrara en permanente estado de crisis?
¿Se advierte usted exagerando eventos, necesitando de algún modo hacer que las cosas parezcan más grandes que su dimensión real?
¿Tiene usted tendencias histéricas o dramáticas que interrumpen el flujo de la vida diaria para usted y quienes le rodean?
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