Comparto el extracto de un texto de la Dra. Micaela Gloekler que invita a reflexionar sobre la correcta dinámica entre simpatía-antipatía para favorecer la salud del alma y sus extremos patológicos:
"Vivimos entre la ENTREGA y la AUTOPROTECCION, entre la simpatía y la antipatía. Quien ha procurado largos espacios de AISLAMIENTO para concentrarse en unas pocas tareas, luego debe encontrar espacios de ENCUENTRO con los otros, de intercambio, de participación creativa.
No es fácil delimitar estos dos espacios.
Simpatía <–> Antipatía
¿Hasta qué punto está justificado el aislamiento?
¿Donde termina un saludable espacio de aislamiento y de concentración para iniciar el intercambio y el encuentro consciente con los otros?
Entrega/intercambio ––– Aislamiento/concentración
Existe un punto que al cruzarlo el AISLAMIENTO puede desembocar en la expresión de EGOISMO, del ejercicio de poder o de búsqueda de la comodidad (o incluso de cobardía).
Detrás de cada ANTIPATIA se oculta una debilidad, una necesidad de protección o de amparo que debe ser descubierta.
Una desmedida SIMPATIA hacia los demás que se manifiesta en la pérdida de la personalidad propia diluida en la masa, así como una ANTIPATIA exacerbada a todo lo que es diferente a uno mismo, manifiesta una debilidad en la estructura de la personalidad.
La FUERZA INTERIOR se manifiesta en la ausencia de necesidad de protegerse aislándose de lo que es diferente a nosotros, y en la unión consciente y sin perder la propia personalidad con la que ejercemos la simpatía en nuestro entorno.
La ANTIPATIA sólo tiene sentido cuando nos procura consciencia de nosotros mismos y evita que nos perdamos diluyéndonos en el entorno, pero una excesiva antipatía sólo indica que aun necesitamos desarrollar la autoestima..."
– Micaela Gloekler
Para reflexionar:
La FUERZA INTERIOR se manifiesta:
- en la ausencia de necesidad de protegerse, rechazando o aislándose de lo que es diferente a nosotros, y
- en la unión consciente y sin perder la propia personalidad con la que ejercemos la simpatía en nuestro entorno.
La ANTIPATIA es sana cuando nos procura consciencia de nosotros mismos y evita que nos perdamos diluyéndonos en el entorno.
Los extremos:
-Simpatía desmedida hacia los demás que se manifiesta en la pérdida de la personalidad propia diluida en la masa manifiesta una debilidad en la estructura de la personalidad
-Antipatía exacerbada a todo lo que es diferente a uno mismo, manifiesta una debilidad en la estructura de la personalidad
La excesiva ANTIPATIA puede indicar que necesitamos cultivar la autoestima.
Un enigma: "...Detrás de cada ANTIPATIA se oculta una debilidad, una necesidad de protección o de amparo que debe ser descubierta..." ?
Simpatia/Antipatia son dos elementos dinámicamente polares y a la vez complementarios, un polo no puede existir sin la presencia del otro, se equilibran en un centro y pueden convivir gracias a un tercer elemento que los armoniza: la EMPATIA.
Simpatía << EMPATIA >> Antipatía
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