Desde
la teoría de las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger, el sistema
familiar constituye un campo espiritual guiado por una fuerza común que obedece
a determinadas leyes y al que pertenecen no sólo todos nuestros ancestros sino
también aquellas personas que de alguna manera tuvieron importancia para el
sistema. Cuando alguien perteneciente al campo ha sido excluido, rechazado u
olvidado se produce un desorden ya que el primer derecho que tienen las
personas que conforman el sistema es el derecho a la vida y el segundo, es el
derecho a la pertenencia.
Todas las partes deben ser incluidas y recibir su
reconocimiento ya que como estas personas excluidas y olvidadas están
conectadas con nosotros y se manifiestan en el presente, todo lo que no se
honre y se pretenda excluir conducirá a la desunión y la patología. A través de
un fenómeno de resonancia en el presente otro miembro estará destinado a
representar inconscientemente a la persona excluida y se comportará de manera
extraña con la finalidad de obligarnos a incluir al rechazado y así restablecer
el orden sistémico. Por ejemplo, un niño debe tener derecho a querer a sus dos
padres, si excluimos a alguno de ellos ese hijo posiblemente lo ‘sustituya’,
presentando muchas dificultades, comportándose con los mismos defectos que
rechazamos del otro y hasta convirtiéndose en un rival, lo que sería algo así
como envenenarse con la sangre de la familia sin cumplir el propio destino.
Estos ancestros necesitan que alguien los vea con amor y respeto y compense sus
fracasos en vez de imitarlos.
Esta
red familiar dirigida por una instancia superior que vincula a todos sus
miembros y que actúa como una conciencia común, es comparable a una bandada de
pájaros en la que, de pronto, todos giran en otra dirección como guiados por
una fuerza superior que actúa en todos y permanece inconsciente. Uno repite una
suerte que ni siquiera conoce, a través de la ‘conciencia familiar’ si alguien
en la familia sufrió una injusticia, en el grupo surge la necesidad
irresistible de compensación.
Existe
una ‘conciencia de grupo’ que puede excluir a alguno de los miembros que considera
diferente vengando las infracciones y a la vez una ‘conciencia sistémica’ que
vela por el derecho de todo miembro que forma parte del sistema familiar.
Si
bien estamos bajo el ‘control’ de esa conciencia que afecta nuestra libertad de
acción, somos responsables de las consecuencias de nuestros actos sobre nuestro
sistema relacional y tenemos la posibilidad de influir en el curso de las
cosas. Necesitamos tener el valor de mirar con sinceridad lo que hacemos ya que
las consecuencias perduran independientemente de sentirnos culpables o no. La responsabilidad
recae en nosotros y si nos negamos a aceptarla algo se rompe en el alma.
Las
Constelaciones Familiares reconocen que existe una transmisión de conflictos,
preocupaciones familiares y comportamientos a través de las generaciones, que
determinarán los problemas psicológicos actuales. Las Constelaciones Familiares
son un método para delimitar conflictos de origen familiar y social que afectan
a la vida cotidiana restableciendo el orden y la armonía no sólo del individuo
que consulta sino del grupo familiar al que pertenece. Esto tiene efecto tanto
en el pasado y el presente como también en las futuras generaciones ya que
podrían evitar cometer los mismos errores que sus antepasados.
Según
Bert Hellinger se trata de una terapia de reconciliación cuya finalidad
consiste en devolver al orden algo que cayó en desorden. La posibilidad de salir de una implicancia
sistémica es visualizar una imagen de solución. “Implicancia
significa que alguien en la familia, inconscientemente, vuelve a asumir y a
vivir la suerte de otro miembro de la familia, anterior a él. Cuando, por
ejemplo, en la familia se dio un hijo para la adopción –también pudo haber sido
en la generación anterior- más tarde
alguien se comportará como si también hubiera sido dado, y no puede librarse
antes de saber que se encuentra en una implicación sistémica. La solución toma
el mismo camino a la inversa: la persona que fue dada para la adopción entra
nuevamente en juego. Así, por ejemplo, se le incluye en la Constelación
Familiar: de repente esa persona excluida se convierte en fuerza protectora
para el que se encontraba identificado con ella. Cuando los excluidos son
integrados y reconocidos de nuevo, se muestran afables con los descendientes.” (Bert
Hellinger).
El sistema
familiar está conformado por los padres, los abuelos, los bisabuelos, hermanos
de los padres, hijos nacidos o abortados, cónyuges y novios anteriores de los
padres y todo aquel que haya establecido vínculos significativos. Existe un
Orden fundamental en todo sistema familiar que se rige por diferentes leyes.
Todos deben ser incluidos, los únicos que pierden su derecho a la pertenencia
son los asesinos. Quien sea responsable y culpable de una muerte ha perdido el
derecho de pertenencia y tiene que abandonar el sistema. Si alguien que ha
perdido la pertenencia no se marcha, un hijo lo hará en su lugar.
Todos tenemos
parte en el destino y la culpa de nuestra familia. Compartimos las
consecuencias de lo que otros en el sistema hacen asumiendo una deuda que no
contrajimos, de la misma manera que lo que nosotros hacemos les afecta a ellos.
La injusticia
ocurrida en generaciones anteriores es sufrida y representada posteriormente
por otro miembro para que por fin se arregle, sin embargo esta compulsión a la
repetición por sí misma no soluciona nada. La conciencia de grupo no conoce la
justicia para los descendientes, sino únicamente para los antepasados, ya que aquellos, siendo inocentes, deben
asumir injustamente el destino de su antepasado. Liberarse de la identificación
muchas veces ayuda a resolver los conflictos y mejorar la salud, ya que la
enfermedad puede ser una necesidad de expiar lo sucedido. Por ejemplo, el
cáncer podría tratarse de una reverencia no realizada. ‘No se puede dar lo que
no se tiene y no se puede recibir lo que no se ha tomado con anterioridad de
los padres.’ Quien reverencia y honra a sus padres se siente en profunda
armonía con sus orígenes, convirtiéndose en un símbolo para realizar su
destino.
La terapia sistémica
de Hellinger es una psicoterapia de grupo que difiere de los grupos
psicoanalíticos o de dinámica de grupo ya que el coordinador no permite las
interpretaciones mutuas entre participantes. Se trabaja con cada uno en el
grupo por separado mientras los demás son observadores, a no ser que participen
como representantes en una constelación familiar. El procedimiento es simple, se configura la imagen interior
de la familia de un participante de acuerdo al tema que quiera trabajar,
mientras se elige entre el resto de los participantes a los representantes para
los miembros del sistema. Los representantes comunican lo que sienten al
facilitador ya que todos están atravesados por lo que sucede en ese campo de
información. Se
parte de la puesta en escena de la imagen interiorizada del sistema del que la
persona forma parte, es decir, el concentrado metafórico de nuestro pasado
familiar. Luego vamos hacia otra imagen de solución, una interior que libera, sería
el futuro del sistema que corresponde al Orden del Amor, donde cada miembro ocupa
el lugar que le corresponde. Esta imagen interiorizada con el tiempo va desarrollando
su influencia curativa tanto en el individuo como en todo su sistema. El trabajo gira en torno a la paz, el amor y la reconciliación.
LA PAREJA
La
pareja es una comunidad de destino, una relación necesaria para ambos sistemas
familiares: cada uno pertenece de ahora en adelante a una nueva comunidad
sistémica creada por la fusión de sus
sistemas de origen.
En
las uniones asimétricas se produce un desequilibrio que lleva a uno de los
cónyuges a plantear el divorcio, un lugar de conflicto donde todas las
identidades están en riesgo. Son muchas las causas que matan el amor y conducen
a la separación, entre ellas el querer o desear que el otro cambie, eso es
falta de amor y de respeto, es falta de aceptación. La rivalidad de poder en la
pareja es la semilla de la separación que nos enceguece ya que entramos en un
juego de manipulación en el que no alcanzamos a ver a la otra persona porque
proyectamos un antiguo patrón destructivo. Estamos viviendo un rencor o
venganza del pasado, de nuestra infancia o de nuestros ancestros.
El
origen de un desorden amoroso puede estar antes o después del nacimiento.
Cuando el origen es previo al nacimiento (transgeneracional) quiere decir que
hay un mensaje familiar de amor imposible o difícil que oficia de programa
inconsciente y no nos pertenece. Por lo general, los conflictos no solucionados
aparecen como fantasmas en relaciones posteriores que se hacen visibles a
través de actos y emociones incomprensibles.
El
divorcio, como síntoma, representa una herida en el inconsciente familiar entre
lo masculino y lo femenino, y la forma de relacionarse entre sí.
Para iniciar una
nueva relación y que funcione, primero es necesario reconciliarse con el
pasado, cuanto más luchemos y despreciemos lo anterior, más atados y atrapados
estaremos. Atravesar el dolor implica vivirlo, descifrarlo y una vez que ha
cumplido su función soltarlo y dejarlo ir. El objetivo es darle un lugar en el
corazón a quien fue nuestra pareja, reconocerlo y respetar su dignidad como
persona, como padre o madre, llevándolo a cabo de forma interna ya que no
siempre se pueda hacer explícitamente. Recordemos que lo que no superamos se lo
dejamos como herencia emocional a nuestros hijos. Si no le damos el reconocimiento que
es debido nuestros hijos se encargarán de mostrárnoslo de algún modo comportándose
como tal.
Dar un lugar en el
corazón a cada una de las parejas anteriores que se ha tenido o a quienes han
sido los padres/madres de los propios hijos vivos o abortados, libera y permite seguir adelante de una mejor
manera concediéndoles el lugar que les corresponde en nuestra alma. Soltar y
marcharse agradeciendo al otro la lección de vida tan valiosa que se ha
recibido, libera a ambos para comenzar algo nuevo con fuerza y esperanza.
Algunas
consideraciones sobre los Órdenes del Amor en la Pareja
Extraído de los
textos y conferencias de Bert Hellinger
-El
hombre se convierte en hombre a través de la mujer. La mujer se convierte en
tal cuando asume que necesita al hombre. Una mujer sólo puede desarrollarse
plenamente compartiendo la vida con un hombre. El hombre sólo es significativo
como hombre teniendo a una mujer. Ambos deben admitir que se necesitan
mutuamente.
-Hombre
y mujer son incompletos y se completan en la pareja, que a su vez se realiza en
un tercero, una nueva unidad: hijo o proyecto de pareja.
-La
fuerza de la pareja viene de la fusión de los opuestos: fusión masculino –
femenino. Cada uno es el resultado de la fusión de su padre con su madre. Al tomarlos
incondicionalmente y por igual esta fusión interior cobra fuerza y el aporte a
la pareja será mayor.
-Cada
uno aporta a la pareja lo que le falta, aunque al cabo de un tiempo juntos, lo
femenino y lo masculino se desdibuja y ya hay menos aporte y atracción, por lo
cual es necesario que cada uno refuerce su identidad estando de vez en cuando
solamente con los de su mismo sexo. El hombre renueva lo masculino estando con
hombres y la mujer renueva lo femenino estando con mujeres y así vuelven a
aportar más a la unión.
-La
relación de pareja se basa en la condición previa de igualdad. Todo intento de
comportarse como padre o hijo del otro provoca una crisis en la pareja. Si una
mujer se comporta como una madre frente a su marido sabiendo qué es bueno para
él o queriendo educarlo, el hombre se toma una amante.
-Cuando
los miembros de la pareja no se encuentran en el mismo nivel, no funciona. El
hombre no sólo busca a la madre en una mujer mayor, también aquel que busca una
mujer más joven está buscando a la madre. Esto se aleja de la igualdad; él
parece superior pero en realidad es la mujer más joven la que está para él y no
al revés, lo que resulta una relación madre-hijo. Para las mujeres es similar a
la inversa.
-La
mujer debe seguir al hombre y el hombre tiene que servir a la mujer y sus
hijos. Si el hombre sigue a su mujer y los hijos a la madre eso conduce al
fracaso porque el hombre no puede desarrollarse en una situación así.
-La
consumación del amor crea un vínculo indisoluble independientemente de
cualquier rito exterior.
-
La seguridad de saber que estamos unidos para toda la vida, de que el otro está
comprometido a pesar de los conflictos, permite la elaboración y la superación
de estos conflictos promoviendo el crecimiento de ambos y facilitando una mayor
armonía en la convivencia.
-
La resolución de los conflictos de pareja es la mayor herramienta de
crecimiento humano. Cada conflicto, al abrir
antiguas heridas, se vuelve una oportunidad de crecimiento, una
posibilidad para soltar y despojarnos de mandatos, fidelidades al pasado y
expectativas infantiles.
-Aceptación
significa querer sin imágenes preconcebidas de cómo debería ser la otra
persona. Cada uno es una obra de arte perfecta. El sí, como aceptación, es la
base de la relación de pareja. Cada mirada, cada gesto, ha de transmitir
nuestro agrado.
-
La causa real de una separación es un movimiento de compensación que por lo
general desconocemos. A menudo el pasado, un muerto, un mandato o el destino
interfieren provocando que uno de los dos deje de estar disponible. Entonces la
separación se transforma en destino de los dos.
-La
persona que se separa a la ligera de una pareja a la que estaba unida por la
consumación del amor, por regla general no podrá conservar a otra pareja en una
segunda relación. Se trata de una transición que ayuda a culminar la separación
con la primera pareja, cuando esta separación ha sido difícil. Esta segunda
pareja percibe aún el vínculo con el primer compañero por lo que no se atreve a
tomar a la pareja plenamente.
-Para
que posteriormente se pueda establecer un nuevo vínculo y que funcione, el
primero debe ser resuelto de manera positiva. Quien rechaza y desprecia al
vínculo anterior impide el vínculo siguiente.
-Si
en una relación seria uno se separa a la ligera alegando: “Ahora hago algo para
mi autorrealización y lo que tú hagas es asunto tuyo”, una separación así es
experimentada como un crimen que uno tiene que expiar. A continuación,
frecuentemente un hijo se enferma, muere o se suicida.
-La
profundidad de un vínculo puede deducirse de sus consecuencias. Aunque, el
vínculo no equivale a amor. El amor puede ser escaso y el vínculo profundo y
viceversa. El vínculo se crea a través de la relación sexual, por eso también
se desarrolla en el incesto y en la violación.
-
Las relaciones de pareja cobran prioridad sobre las relaciones con las
respectivas familias de origen, y un segundo matrimonio tiene precedencia
respecto al primero. Las relaciones sufren si no se respeta este principio, si
los padres tienen más importancia que el cónyuge y los hijos, o si una primera
pareja se considera más importante que la nueva.
-
La convivencia y el intercambio afectivo permiten desarrollar la intimidad, el
estado más evolucionado de las relaciones entre dos adultos. Para que pueda
darse, es necesario que ambos se hayan separado de sus padres y sean
afectivamente independientes de ellos para poder necesitar a otra persona. Así
se podrá crear un vínculo más importante que el que se tenía con los padres. El
hombre renuncia a su madre, la mujer renuncia a su padre, para poder necesitar
a la pareja. Cada uno tiene que poder decir a sus padres “mi pareja, para mí, ahora
es más importante que tú”.
- El hombre que se queda en la zona de influencia de
la madre no tiene respeto por las mujeres. La mujer que se queda en la zona de
influencia del padre no tiene respeto por los hombres. Permanecen adolescentes,
con sus sentimientos de omnipotencia y de desprecio a todos los demás.
-El
varón tiene éxito profesional y económico cuando su mujer lo respeta. Para que
vaya bien la pareja y su economía, la mujer y su economía deben agradecer y
honrar a la economía del marido, aun cuando ésta sea más modesta que la
economía de ella.
-El
hombre debería gestionar la economía de la familia, aunque aporte menos que su
mujer. Así ambos siguen de igual a igual. Si la mujer dirige la economía de la
familia, se siente superior al hombre y la armonía de la pareja desaparece.
-Entre
los cónyuges el dinero puede equilibrar un desequilibrio que se dé entre el dar
y recibir, por ejemplo el que gana más está compensando sin saberlo el hecho de
traer hijos de parejas anteriores.
-
Los amores pasionales y turbulentos suelen revivir conflictos y bloqueos
infantiles que han quedado totalmente reprimidos, siendo los juegos de
manipulación aprendidos desde la infancia.
- La sexualidad es la fuerza sagrada por excelencia,
la pareja se realiza en la sexualidad, esa fuerza instintiva es la señal de su
grandeza, más allá de lo humano.
-La
sexualidad colmada es un proceso del alma. Cuando el alma está en sintonía, la
sensualidad fluye sola. Por otra parte, cuando la sexualidad se marchita, a
veces también se marchita el alma.
-
El cónyuge que se niega sistémicamente a tener sexo, por trauma, castigo o cualquier
otro motivo inconsciente, hiere la dignidad del demandante de sexo. La relación
entre los dos se deteriora, el que pide se siente pequeño y culpabilizado por
su necesidad, el que rechaza se siente grande y con buena consciencia. Esto
suele provocar la separación, el que pide -para salir de su sentimiento de
culpa- se va hacia otra persona con más vida; así recupera su dignidad.
-
La víctima de una infidelidad es alguien atrapado por un muerto de la familia,
quien rechaza la vida, el sexo y la alegría de vivir.
-
Las infidelidades muestran una presión del sistema para resolver algo. Lo más
frecuente es que muestren a un excluido, uno de los cónyuges representa a una
pareja anterior de uno de sus padres y reproduce la relación fracasada de este
excluido.
-La
consecuencia de un aborto voluntario es que, por regla general, la pareja se
termina. Un hijo es expulsado por los padres y con el hijo también se rechaza,
se expulsa y se aborta al cónyuge. Este es el proceso, por tanto, la relación
se termina. Sólo si los dos sienten el dolor y honran a ese hijo tienen
posibilidades de continuar pero desde un plano distinto.
-
Quien decide la separación va a sufrir mucho previamente para, inconscientemente
poder estar justificada y tener la consciencia tranquila en el momento de
decidir separarse.
-Si
uno de los miembros de la pareja rompe la relación sin escrúpulos, a menudo un
hijo de esta relación se comporta como si tuviera que expiar una injusticia.
-
El que decide separarse compensa al otro dejándole la casa y los hijos. Se
pasan los límites cuando uno engaña al otro y después encima le quita todo. Ése
no respeta al otro.
-En
casos de divorcio, quien sigue residiendo en la propiedad de casados y recibe
pensión alimenticia crea una dependencia que impide su autonomía genuina. Para
ser una persona autónoma y volver a rehacer su vida y que le funcione, debe
cortar toda dependencia, haciéndose cargo de sí mismo, de su propia casa y de
su economía.
-Si
uno saca provecho de una situación mientras el otro en el mismo contexto sufre
una pérdida, estos hechos se relacionan en el alma desarrollándose así la
necesidad de llegar a una compensación porque lo primero existe a costa de lo
segundo. En un caso así ocurren cosas muy graves.
-Una
segunda relación sólo puede ser lograda si el vínculo con los anteriores
cónyuges es reconocido, valorado y se cerró sin deudas pendientes, Si esta
nueva relación se constituyó a costa de la otra, el nuevo nunca podrá tomar por
completo a su pareja y se terminarán separando como precio que tienen que pagar
por la necesidad de equilibrio y compensación.
-Después
del divorcio los hijos deberían ir con aquél de los padres que en los hijos
respete más a la otra parte (al padre o la madre).
-Si
los padres vuelven a casarse no deberían consultarlo con los hijos, se hace y
los hijos deberían aceptarlo aunque no quieran a su pareja. Así se respeta la
jerarquía.
-El
nuevo sistema creado es el que tiene la preferencia sobre los sistemas
anteriores, pero sólo puede ser lograda la relación si se reconoce y valora a
la primera relación. Cuando no se respeta este orden, las consecuencias son
implacables.
-Toda
relación humana es también un proceso de muerte, algo en nosotros se va
muriendo, por ejemplo, una idea ilusoria…Cuando uno elige algo deja otra cosa a
cambio. Todo ser está rodeado de un no-ser, que va unido a él y que consiste de
todas las posibilidades no realizadas.
-Celos
aparentemente infundados: necesidad de hacer hincapié en el derecho sobre el
otro, cuando no quedó bien resuelto lo anterior el nuevo no se siente aún con
derecho. Es en solidaridad inconsciente con la pareja anterior del otro por no
ser reconocida.
Los niveles del amor
según Hellinger.
1-Etapa
del enamoramiento: ‘Me mueves mucho, pero te veo poco’.
2-‘Me
mueves menos, pero te veo más’.
3-Etapa
del compromiso: “te quiero a ti y veo lo que te mueve (tus padres, tus raíces,
tu pasado, futuro, tu destino….) y lo veo con amor. Me quedo a tu lado, con
todo lo mío que me mueve, para cumplir mi destino junto a ti”.
4- Si surge la separación:
“Yo
te amo y también amo mi propio destino y yo sigo a mi destino”.
“Te quiero a ti y a lo que te mueve, aunque
aquello te aleje de mí”
Gabriela Ricciardelli
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