GOETHE - Su “fenomenología”

Si bien se puede afirmar sin temor a error que fue Kant el primero en acuñar filosóficamente lo que es conocido como fenomenología, se ha divulgado su aspecto metodológico basado en la percepción de los fenómenos, de lo que aparece ante los órganos sensoriales de percepción, y es así que en Goethe se puede hablar de un procedimiento que prioriza la observación fenomenológica, es decir, que describe, contempla e intuye (piensa), sin evitar el sentir ni lo artístico, en lo que se le reconoce como una recuperación de los aspectos cualitativos del fenómeno observable, los cuales son en definitiva, el núcleo de la diferencia con el planteo de las ciencias naturales, desde Galileo y Newton, quienes se ocuparon de los aspectos cuantitativos, mensurables, mecanizables.
Es así que puede decirse que así como Kant es considerado el epistemólogo de Newton, Rudolf Steiner, quien gracias a que recuperó del olvido la obra científica del gran poeta, se constituyó en su epistemólogo, reabriendo una vieja polémica al interior de la comunidad científica que aún no termina de saldarse.

Goetheanismo

La base de la operación que recupera a la observación ‘global’ es el modo de entender al mundo que surgió con el Método Goetheano o Goetheanismo, que integra la Ciencia y el Arte en la percepción de la realidad.

Las dos tradiciones científicas que constituyen lo grecolatino, la griega (Aristóteles. siglo III aC) y la que parte de la Revolución científica de la Ciencias Naturales en lo que dio lugar a lo que conocemos como Modernidad (Galileo, Descartes. Siglo XV d.c.) priorizan la explicación de la realidad y niegan el conocimiento de sus elementos que podríamos denominar esenciales.  En cuanto a la Revolución Científica Moderna, el llamado ‘giro copernicano’, la metodología de acceso al conocimiento ignora lo proporcionado por el arte, criterio que recién finalizando el siglo XVIII es revisado por W. Goethe, quien reintegra al arte postulándolo como al “mayor intérprete de la naturaleza”, en lo que significa enfrentar el criterio dominante mediante una metodología fenomenológica inclusiva aún de los fenómenos cualitativos.

¿Cuál es la importancia del Método de Goethe para la vida moderna?
Aproximar nuevamente al ser humano a la naturaleza, lo cual se había perdido paulatinamente desde la Antigua India, impidiendo que nuestro mundo de conocimiento basado en conceptos intelectuales bloquee el encuentro vivo y creativo con la naturaleza. La naturaleza puede ser una planta, un bosque, un animal, una montaña, como también un homo sapiens o ludens familiar, es decir, un hermano, un amigo, un hijo, u otro ser humano.

Desenvolver este método significa practicar el mirar profundo e interesado por el otro, proceso que naturalmente combate el egocentrismo, condición que nos aflige hoy como sociedad.

Las áreas tradicionales de aplicación aunque no tienen por qué ser las únicas, son el área terapéutica y de investigación de medicamentos, pedagógica, agrónoma, ecológica y de relaciones humanas.

Existen pre-condiciones para que cualquier cosa pueda ser estudiada en el plano de la realidad, sea interna o externa (ello sirve para la vida entera y no sólo para el estudio de la Antroposofía).
La primera es la capacidad de ADMIRACIÓN (veneración), que el niño posee intensamente. Cuando el intelecto llega, lo hace certificando todo y cerrando esa puerta.
La segunda cosa necesaria es NO TENER PRECONCEPTOS. Tener una mente abierta; apenas mirar hacia las cosas y, sólo después, con el tiempo, ver si es verdad o mentira. Si fue verdadero, va a poder ser usado en la práctica y tornarse útil.
La tercera condición es la CALMA INTERIOR, aquel estado de silencio que permite que el mundo exterior sea escuchado en su interior.

Sin estas tres precondiciones el mundo parecería muerto, ya conocido, por lo tanto desinteresante e inalcanzable, una vez que el mundo interno nos volvería aislados.

La metodología científica de Goethe, rescatada por Rufolf Steiner, incluye cuatro pasos.

I) PERCEPCIÓN SENSORIAL EXACTA

Que se debe hacer: Describir los hechos.
Ocuparse de los ‘hechos’ espaciales.

Debemos conseguir describir algo exactamente, hasta el punto en el que podamos cerrar los ojos y visualizarlo y diseñarlo en la pared con exactitud. Se deben observar los hechos espaciales, el fenómeno en el presente (no importa el pasado o el futuro de este fenómeno), es un corte en el presente. Se observan todos los detalles, el color, el olor, la textura, etc.

Muchas veces, al observar algo se tiene una serie de sensaciones internas, de alma (como belleza, felicidad), incluso imaginamos para qué sirve.
Esa primera impresión que se percibe en el alma, antes de que se realizara la descripción de los hechos, es también tenida en cuenta; es un pre-paso, que podríamos llamar “paso cero”. En esta 1° impresión, tenemos una síntesis de los cuatro pasos que pueden ser desarrollados metódicamente.
Es lo que llamamos “ojo clínico”, “intuición”, cuando se “pone el ojo” en una cosa y surge el diagnóstico. Una enorme cantidad de neuronas están comprometidas en este proceso, son millones de informaciones procesadas en un mismo tiempo.
Cuando no se tiene una “1° impresión” bien desarrollada, muchas veces se toman decisiones equivocadas. Es interesante entrenar esta capacidad.

El 1° paso, PERCEPCIÓN SENSORIAL EXACTA (inmediata), es también llamado “Experiencia Pura”, “Paso Tierra”, “Paso Raíz” o Percepción Espacial.
Es la sensación que la persona tiene con sus sentidos y sin conceptos. Es diferente de la percepción, pues esta envuelve conceptos. La percepción forma una conciencia interna. La sensación es más primaria, viene antes que la percepción.

Sensación + Conceptos = Percepción

Por ejemplo, cuando miramos un manzano, tenemos la sensación de manzano: mirar exactamente cómo es que el tallo se manifiesta, cuáles son los colores del tallo abajo y también arriba, cómo es la flor, esto es, observar todos los detalles, sin conceptos.
Percepción es cuando decimos: “¡es un manzano!”, esto es, cuando se une una sensación con un concepto. El niño, en el principio, tiene una sensación profunda del manzano, hasta que encuentra un adulto que le dice aquello es un manzano. A partir de entonces, él nunca más mirará “un manzano” y todos los manzanos le serán aparentemente “iguales”. Mientras tanto ningún manzano es igual a otro.

Estamos tan acostumbrados a tener tantos conceptos en la cabeza, que, en nuestro nivel de conciencia, nosotros no tenemos más sensaciones puras. Nosotros tenemos percepciones rápidas, porque ya juntamos un concepto a aquella sensación. Si pedimos describir un membrillar, pocas personas serán capaces de hacerlo con precisión.

II) FANTASIA SENSORIAL EXACTA

Lo que se debe hacer: no se observa más el espacio, sí el intervalo entre las manifestaciones en el tiempo.

El segundo paso es también llamado “Paso Agua” o “Paso de la Hoja”, “living in the gap” (viviendo en los intervalos) o Percepción temporal. Se percibe la relación que existe entre las diversas partes, percibiendo los espacios entre ellas y una transformación de una parte del fenómeno en otra.
Para emerger en este nivel de conciencia de imágenes en movimiento, es necesario apoyarse en la tierra firme del primer paso, y moverse dentro de la observación con la fluidez del agua. Para salir de la exactitud estática de la percepción espacial y alcanzar la exactitud dinámica de la percepción temporal, o sea, para ver lo invisible es necesario mojarse. Por momentos Steiner denomina este estado del pensar, el pensar vivo o imaginación. Imaginar, según Steiner, es “pensar en imágenes”.
Los ejemplos clásicos de estudio provienen de la columna vertebral. En el 1° paso, cada pareja de alumnos estudiaría profundamente una vértebra y la modelaría en arcilla detalladamente. Cada pareja estudiaría una vértebra diferente y conocería profundamente una parte del fenómeno. El 2° paso del método pretende percibir lo que aconteció entre una vértebra y la otra; sería como intentar percibir el movimiento de transformación que acontece entre los rígidos huesos. En la columna, observamos una disminución del espacio del canal vertebral en la región cervical en dirección a la región lumbar, y un aumento de los cuerpos vertebrales. Si observamos, en otro sentido, la transformación de las vértebras en sentido ascendente, se va presentando un canal vertebral cada vez mayor, hasta que al final de la columna sólo podríamos imaginar, de forma exacta, la apariencia de un espacio enorme, que es el cráneo. Estos estudios, conducidos por Oken y Goethe, llevaron a la maravillosa teoría de la metamorfosis vertebral que se consigue percibir en el esqueleto humano dentro de una perspectiva anatómica nueva, integrada y fluida, completamente diferente del abordaje tradicional y rígido de la Anatomía, que estudia cada hueso separadamente, analíticamente.
 En la planta, se observa el cambio de colores y de forma, las formas de las hojas que cambian. No se observa ahora, cada parte, aunque sí se observa lo que se está transformando a lo largo del proceso visible. En el 2° paso, tenemos que caminar libremente a lo largo del fenómeno, como el agua. La conciencia permanece como agua, cada uno “nada” dentro de la planta.
Comenzamos a ver cómo las imágenes se van transformando. Mas, sólo se consigue nadar sin “viajar” si estuviere anclado en las percepciones bien exactas del fenómeno. Si no observa la metamorfosis rápidamente se aparta de la metodología científica.
No quedar parado en el pensamiento evita el cálculo renal. Quien tiene un pensamiento muy tierra, esto es, conceptos muy rígidos y esquemáticos, tiene tendencia a somatizar “piedras” dentro de sí (principalmente en los riñones). El DOGMA se puede somatizar en cálculo renal o de vesícula biliar.
Entonces, el camino goetheanístico es también profiláctico, pues cuando comenzamos a movernos “sin viajar”, comienza a movilizarse internamente, se vuelve más vivo, sale de sí mismo, quebrando el egoísmo o egocentrismo, deja de pensar sólo en su ombligo. Allí se comienza a observar todo, observar los detalles, comienza a “abrir los ojos”.
Los dos primeros pasos aún están muy próximos del plano sensorial y material. En el primero, aún percibimos sensorialmente el ESPACIO, en cuanto al segundo, se percibe lo invisible, el TIEMPO a través de las metamorfosis.
Este método sólo vale para los fenómenos vivos (plantas, animales, ser humano, fenómenos sociales, una clase con alumnos, montañas, paisajes) no vale para una piedra aislada porque la piedra aislada no tiene metamorfosis, en cambio si fuesen observadas varias piedras diferentes, la vida en su formación comienza a ser percibida.

Goethe llamó a este paso de “fantasía”, porque estamos viendo algo invisible. Es una fantasía exacta, es como si fuese una poesía exacta. Un ejemplo de este nivel de conciencia lo da un poema de Goethe que dice: “Miren una flor: ustedes están viendo una mariposa aprisionada. Miren una mariposa: ustedes están viendo una flor liberada”. Ese es el nivel de conciencia que alcanzamos cuando llega el tiempo. De tanto observar mariposas y flores siempre en contacto se percibe que una mariposa es como una flor, es toda colorida, tiene pétalos que parecen alas, pero prisionera, ella está en el nivel de la flor. Cuando ella se libera, ella entra en el nivel animal y se percibe en las flores un puente visible entre el mundo vegetal y el mundo animal. La flor está exactamente en el límite. Pero Goethe sólo llegó a esa percepción luego de observar gran cantidad de mariposas y flores. Esto tiene relación con la poesía dado que podemos retratar a una experiencia de manera exacta, por eso poética, entonces se comprende que la poesía puede ser también exacta y descriptiva.

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