¿Conócete a ti mismo?
Docente:
Gabriela Ricciardelli
Clase
dictada en la Asociación Bach Argentina en el marco de la Formación en Medicina Floral
En
esta clase intentaremos dilucidar cuál es el sentido que tiene hoy la frase: ‘CONÓCETE
A TI MISMO Y CONOCERÁS AL MUNDO’ y cómo posicionarnos desde nuestra cosmovisión
a la hora de trabajar como Terapeutas Florales desde una orientación
antroposófica.
En la pizarra pueden leer la frase inscripta
en el antiguo Templo de Apolo en Delfos:
«Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tú que
deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti
mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las
excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?. En
ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y
conocerás al Universo y a los Dioses.»
Para
la doctrina esotérica o la filosofía del sentimiento (el misticismo): el
conocimiento de sí es una herramienta para acceder a la verdad que se nos
revela. La necesidad de tener que conocerse a uno mismo antes de poder
desentrañar los misterios que oculta aquello que nos rodea.
Para los
filósofos del sentimiento, éste (S) es el único medio de conocimiento de la
existencia. Como el sentimiento es principio autosuficiente, conociéndome a mí
mismo, es decir lo que siento, alcanzo al mundo.
Para Rudolf
Steiner el universo no está dentro nuestro como opinan los místicos, al
considerar que el cosmos se encuentra en la propia interioridad subjetiva y con
eso basta. El místico se mete para adentro y espera que el mundo se le revele.
Pero con esto no logra adueñarse de la situación, él espera pasivamente la
revelación sin participar activamente, sin responsabilidad. La revelación, en
cierto modo, reemplaza al ser que no termina de conocerse.
Rudolf Steiner
dice que proponer como único criterio de la realidad lo espontáneamente
percibido, que es la experiencia subjetiva del sentir como hace el misticismo, es
un realismo ingenuo. Si el hombre permanece del todo en su interior, nada
penetra en él de la esencia del mundo.
¿Cuáles serían
los peligros y errores al interpretar?
Si creyéramos al
igual que los místicos, que conocernos a “nosotros mismos” es meternos para
adentro conectándonos con nuestros sentimientos -lo más subjetivo e individual-
entonces estaríamos cortando la conexión con el cosmos y así nunca llegaríamos
al “conocerás al mundo”. Sólo desde el sentir, nos retraemos hacia nuestro
propio ser, nuestro interior. Para RS el sentimiento es una realidad incompleta
carente de idea, espontáneamente percibida. El sentir siempre aparece antes del
acto de conocer y para conocer hace falta el pensar, por medio del cual
participamos activamente en el proceso cósmico universal. De allí que la vida
sea una continua oscilación entre nuestra participación en el proceso universal
(pensar) y nuestra existencia individual (sentir). Cuanto más ascendemos a la
contemplación pensante del universo más se pierde el carácter particular y los
conceptos así, carecen de toda individualidad (son abstractos). Mientras que el
sentimiento es el medio por el cual los conceptos adquieren vida concreta. Cuanto
más descendemos a lo profundo de nuestra vida individual, de nuestra vida
afectiva desprovistos de pensamientos perdemos gradualmente toda conexión con
el mundo, ¿Y cómo se consigue la individualidad? elevando los sentimientos.
El pensamiento
nos une al mundo y por medio del sentimiento volvemos a encontrarnos con
nosotros mismos, definiéndose nuestra individualidad, así nos diferenciamos.
La polaridad de
los sentimientos -simpatía-antipatía- se integra cuando podemos elevarlos hacia
la esfera de los pensamientos y así al unir el sentir con el pensar nos
conectamos con el cosmos.
Precisamente el conocimiento disuelve
las dualidades: el mundo nos es dado como dualidad y el conocimiento lo
transforma en una unidad.
"CONOCE
EL MUNDO Y TE CONOCERÁS, Y EXPERIMÉNTATE"
Rudolf Steiner
Si entiendo el “conoce el mundo” como la
mera observación del proceso que se desenvuelve independiente de mí nunca
llegaré a experimentarme o conocerme a mí mismo. La experiencia pura nos deja
en la indeterminación. Con la mera observación se puede seguir el curso o el
actuar de las distintas partes de un suceso dado pero la coherencia o la
relación entre ellas permanece oculta hasta tanto se alcancen los conceptos
respectivos. Para relacionarlos entre sí tengo que unir lo observado con el
pensar y este proceso depende de mí. Solamente con la observación no alcanzo
los conceptos. Sólo con el pensar no alcanzo al mundo, a los objetos. Para
“conocer el mundo” debo unir la observación con el pensar.
Para tomar conciencia y conocerme
necesito observar mi propio pensar.
Steiner vuelve a la antigua comunidad
entre el ser y la esencia. Nosotros pertenecemos a la misma sustancia del
mundo. Las mismas fuerzas anímicas que forman al universo forman al hombre. El
hombre forma parte de la naturaleza (Goethe, Steiner). Somos una
especialización determinada de la Naturaleza.
Goethe
Con Wolfgang Goethe la pregunta básica
es: ¿cómo se desarrolla?, Cómo se desarrolla en mí lo que yo vivo, la experiencia
vivencial teórico-práctica. De esta manera nos involucra. Viendo cómo se
desarrolla el macrocosmos podemos llegar a la esencia de nosotros mismos.
Con Goethe surge nuevamente el vínculo
con la Naturaleza y con lo vivo. Veía la unidad del hombre con el Cosmos. Para
Goethe la obra humana es producto de una idea que se materializa; el espíritu
puesto en obra considerando al ser humano como praxis viviente.
Él lleva la dinámica contemplativa al pensar,
es decir que el pensamiento dinámico pasa por una experiencia profunda del
sentir.
El método de Goethe es aproximar de
nuevo al ser humano a la Naturaleza impidiendo que nuestro mundo intelectual de
conceptos se anteponga al encuentro vivo y creativo con la Naturaleza.
Goethe es un participante activo en todo
el desarrollo de esa contemplación pero primero descubre la ley a través de
este pensamiento vivo y dinámico y después experimenta. El experimento es la
determinación de cómo el fenómeno fue pensado; no es el experimento lo que
fundamenta el pensar. Su propuesta es diferente a la de Hahnemann, quien
experimenta en sí mismo para ver luego qué sucede. El experimento no pasa por
los sentidos, el pensar dinámico pasa por una experiencia profunda del sentir.
Goethe nos propone nuevamente un vínculo
con la Naturaleza y con lo vivo. Él decía: "La vida, la esencia inherente
al ser vivo, puede ser hallada en el propio ser”. No propone hallarla fuera del
ser como decía Spinoza (1632-1677).
En su segundo viaje a Italia, Goethe
visita los jardines botánicos en Palermo y frente a la infinita variedad de
formas del mundo vegetal comienza a pensar en cuál sería la idea que organiza a
todo el reino vegetal, si es que la hubiera.
Los botánicos de esa época se dedicaban
a estudiar las plantas de acuerdo a su morfología, considerando a las plantas
parte por parte. No trataban de reunir a todas las plantas del planeta bajo una
misma idea. El planteo de Goethe era encontrar la idea plástica y móvil del ser
vegetal a partir de la cual derivan todas las plantas y no sólo las plantas,
sino todas las familias botánicas.
Goethe fue más allá del orden y la
clasificación que los botánicos de su época acostumbraban a hacer sobre la base
de las partes de las plantas reconociendo en ese mundo vegetal el estilo, el
parecido. Así descubre la idea de la “planta primordial o arquetípica”.
Goethe, que era un hombre muy sutil y
tenía los sentidos muy aguzados, dice: “La planta primordial es un ser inmóvil,
inmóvil en movimiento, eterno en lo transitorio, vivo al nacer y al morir,
invisible y capaz de revelar todas las formas posibles.”
Con Goethe aparece realmente un pensar
artístico el cual permite acercarnos a estas ideas. Continúa diciendo: “Aquel
al que la Naturaleza comience a revelarle los secretos manifiestos
experimentará un anhelo irresistible por conocer a su máximo interprete: el
arte”. Así, con los movimientos internos del alma de Goethe entramos en el
terreno del arte.
Otra idea de Goethe fue la “teoría de los
colores” diferente a la de Newton (los colores contenidos en la luz blanca) y
en la cual considera que de la luz y la oscuridad surgen todos los colores.
Para él, los colores son producidos por la acción combinada de la claridad y la
oscuridad. Son formaciones nuevas que nacen de la luz, no entidades meramente
extraídas de la luz.
Tanto Paracelso como Goethe se basan en el
sentir para producir un pensar artístico.
A través de su obra y su pensar, Goethe
permitió:
• Romper
el estancamiento en que la filosofía se había perdido.
• Declarar
inexistente el abismo platónico: cuerpo – alma, que establece una división
entre el mundo de las ideas y el mundo físico, dándole prioridad al mundo
espiritual, con lo cual la realidad material era una sombra. A través de Goethe
las dos cosas son una realidad; nosotros somos materia y espíritu.
• Superar
tres barreras que obstaculizan el raciocinio: conocimiento científico,
creatividad artística y vivencia del mundo espiritual.
Después de la muerte de Goethe, el
kantismo ocupó un lugar cada vez más importante; impulsado por Laplace, Newton
y Darwin, entre otros, culmina hoy día en el neo-darwinismo y la biotecnología.
Entonces, volviendo al ‘Conócete a ti mismo’, ¿qué
significaría hoy?
En la antigüedad no existía una
conciencia propia, sólo algunos llegaban a esa situación. En la actualidad el hombre
desarrolló tanto su ego que se separó del mundo.
Hoy, no sería “conócete a ti mismo y
conocerás al mundo” sino “conoce al mundo y te conocerás.”
Conoce al mundo
y te conocerás. Experimentarse en el mundo junto a él y en él.
Primero hacemos
y de hacer nos llega un conocimiento pero acá se plantea primero conocer al
mundo -las leyes- observarlo, no experimentarlo.
Mirar hacia el
mundo y no hacia nosotros. Si me meto hacia adentro no me encuentro con la
sabiduría que hizo al mundo sino que me encuentro con mi sentir, con lo que
siento, en mis emociones, en mi organicidad, en mi caos, me sumerjo y no
trabajo el conocimiento, trabajo conmigo mismo, con mis problemas pero no para
interrelacionarme con el mundo. El peligro es que al estar el ego tan excluyente
ya no soy uno con el otro sino soy uno solo. Volvamos al mundo y te conocerás
sin el peligro de caer en el subjetivismo, la interpretación, el ombligo del
mundo, todo me pasa a mí, etc.
Esto lo podemos
relacionar con el punto y la periferia.
Los niños
pequeños viven en la periferia, experimentan el mundo para poder conocerse a sí
mismo. Mediante la experiencia en el mundo se conocen a sí mismos. En la
experiencia del mundo empieza el conocimiento de sí mismo. El niño tiene que
experimentar para tener conciencia de sí. Los niños vienen de la periferia al
punto. Hacen lo mismo que la humanidad en la evolución.
El adulto llegó
de la “periferia” -siendo niño- al “punto” y si seguimos en este “punto”
hacemos más punto, es decir nos endurecemos, nos fanatizamos y esperamos
místicamente que el mundo se nos revele, o algo orgánico. Debemos ir ahora
hacia la periferia porque si no seguimos siendo niños (actitud ingenua). Partir
de todo el conocimiento que tengo y empezar a pensar de otra manera. (La actitud
del niño es de asombro y admiración, más que meramente ingenua.)
El adulto tiene
que hacer el proceso inverso al niño, ir del punto a la periferia.
Steiner agrega
algo más, “experiméntate a ti mismo”, a la inversa que el niño “experimenta
al mundo y te conocerás”. Conoce el mundo con todas las herramientas que
tenemos para conocer al mundo, porque hoy tenemos un gran desarrollo:
matemático, físico-químico, la astronomía, etc. que no son pensamientos
equivocados sino pensamientos de las leyes que gobiernan al universo. Si
gobiernan al universo están hechas por los seres espirituales: son los mismos
que nos crearon y que resuenan en nosotros. Por lo tanto tenemos que ser
absolutamente científicos; luego vamos a ir llevando este conocimiento como
seres espirituales al mundo del espíritu; como seres espirituales que somos…
CONOCER vs
EXPERIMENTAR
1° observar -
EXPERIMENTAR
CONOCER
Chinos-------“conoce el mundo
y te conocerás”
Goethe
- Niño----------tiene
que experimentar para conocerse él (de la periferia al punto)
- Adulto--------Proceso
inverso de lo contrario se endurece (del punto a la periferia).
“Conoce el mundo, experiméntate y hazte cargo”
Evolutivamente
la humanidad partió desde su unión con la divinidad, con el cosmos y la
naturaleza, debía conocerse a sí misma. Hacer un trabajo de individuación. De
la expansión infinita con el cosmos, a la concentración en sí
mismo. Esto se acentúo tanto, que el hombre perdió contacto con las fuerzas
cósmicas, se fragmentó, se endureció, se encerró en sí mismo. En esta etapa
evolutiva debe aprender a conectarse nuevamente con el cosmos, sentir cómo las
leyes universales actúan en nosotros y nosotros en ellas.
Los
dos planteos filosóficos, simplemente nos muestran la realidad práctica de dos
versiones del vivir.
¿Dónde
se posiciona el paciente?, ¿en cuál de los dos?, ¿cuál predomina en él?, ¿cómo
se unen?
¿Terapéuticamente
desde dónde parto para ayudar al otro? Uno lo endurece, el otro lo expande…
Steiner nos convoca a hacer de la vida un
permanente acto de conocimiento, la manera varía de acuerdo a nuestro
estado y proceso evolutivo: el niño debe experimentar para conocerse. El adulto
debe conocer el mundo, experimentarse y hacerse cargo…es nuestro proceso de
encarnación. Seamos concientes o no, nuestras fuerzas espirituales -de origen
cósmico- trasforman la materia para poder crecer y evolucionar, esa es nuestra
mayor herencia.
El
Yo
(Fuerza transformadora)
CF
CE
CA
Materia
Hábitos
Deseos
Fzas.
heredadasCF: cuerpo físico
CE: cuerpo etérico
CA: cuerpo astral
Yo Superior
Lo
hagamos consciente o no, esto igualmente se transforma, aunque debemos hacernos
cargo.
Para mejorar el cuerpo
etérico (CE), debemos cambiar hábitos, por ej. escribir de otra manera,
aprender un idioma.
Docente: Vamos a abrir el
espacio para que puedan realizar preguntas.
Alumna: ¿Cuál
es la diferencia entre esencia humana y naturaleza humana?
Docente: en realidad se trata de una imbricación de los
cuatro miembros que da como resultado la naturaleza esencial humana (N.E.H.). Veamos:
(la docente dibuja un diagrama en el pizarrón)
Esencia humana VS Naturaleza humana
Lo espiritual del hombre
lo que comparte con el planeta
YO CF – CE- - CA – YO incluye a la Esencia
Cosmos----interactúa
con la naturaleza
El
Yo es “MI” herencia
Docente:
El hombre se encuentra en evolución y transformación permanente, con lo cual se
torna indispensable conocer el proceso evolutivo del paciente para no
interferir.
En
síntesis:
El “conócete a ti mismo” fue tal vez, el
primer principio y la primera exigencia de muchas escuelas filosóficas y
psicológicas. Hoy, muchas corrientes terapéuticas (con técnicas sistémicas,
gestálticas y psicodramáticas) proponen acceder a conocerse, auto-descubrirse
para reconocer la belleza del otro y del mundo.
Tal vez sea una manera de auto-complacernos,
de sentirnos nuestros propios dioses para aliviar el vacío y la soledad de sentirnos
separados de la divinidad y sin darnos cuenta que esto mismo nos conduce a la
esclavitud.
El hombre tiene que integrar la
verdadera realidad del mundo exterior con la verdadera realidad del interior de
su alma. Esta es la preparación que necesita para poder comprender su máximo
valor: la libertad. No se puede ser libre sin hacer un ejercicio pleno, pensado,
deliberado, decidido para alcanzar un fin. Con nuestros propios actos, con
hechos concretos cotidianos tenemos la responsabilidad de forjar la ley que
afecta a otros y al mundo del que formamos parte. De este modo Rudolf Steiner,
al igual que Edward Bach, con sus cosmovisiones emancipadoras, nos convocan a
adueñarnos de nuestra vida y alcanzar la libertad personal.
Para Steiner lo importante es estudiar
al individuo en sí capaz de determinarse a sí mismo.
Su posición no es mística, el
conocimiento del mundo no es una revelación y no es el cosmos el que está en
nuestra interioridad subjetiva sino que nosotros estamos en el cosmos
vivenciando nuestras experiencias vitales.
Rudolf Steiner unifica los dualismos a
través del conocimiento. Precisamente el conocimiento disuelve las dualidades.
Para ello es necesaria la vivencia ya que no hay conocimiento sin vivencia.
Creemos que la experiencia es externa aunque para que la experiencia tenga
sentido es necesario el pensar.
Sólo entendiendo el “conócete a ti
mismo” como un acto de conocimiento (captación pensante del contenido del
mundo), podemos entender cómo a través de nuestra actividad pensante
participamos del proceso cósmico universal.
El camino hacia la verdad es una
búsqueda constante que ahondaremos tanto con el intelecto como con nuestros
sentimientos. En esta búsqueda nuestro peor enemigo es la unilateralidad; para
hallar la verdad no podemos cerrarnos en concepciones del mundo concluyentes,
ya que nos ocluye el camino hacia la comprensión del cosmos. Sólo reconociendo
el pensamiento humano ubicado en el cosmos, que es lo eterno en mí, llegaremos
al verdadero conocimiento de la Naturaleza Esencial Humana (NEH).
Para finalizar, quisiera leerles una frase de Steiner.
“Medita
cómo el punto se hace esfera y a pesar de ello permanece siendo él mismo.
Cuando hayas comprendido cómo es que la esfera infinita es sin embargo tan sólo
punto, entonces regresa porque es que lo infinito se te aparecerá en lo
finito.”
Rudolf
Steiner
Docente: Prof. Gabriela Ricciardelli
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