Vorágine incandescente

En esta super-ultra-posmodernidad se presume de la aventura en extremo basada en el culto narcisista a la personalidad, la ética light y el goce ilimitado del hedonismo. Esta vorágine de tiempos veloces e inestables, nos encuentra cada vez más desarmados y vulnerables, en medio de una frágil red de lazos efímeros bajo el paraguas hiperbólico de un humorismo existencial generalizado.
Tal vez el esfuerzo sea uno de los valores fundamentales a cultivar para conseguir lo mejor en todos los ámbitos de la vida y más aún en tiempos de posmo estéril cuando resulta tan confuso descubrir el truco que hace posible la magia de la vida. 
G.R.



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